Semillas De Árbol De Júpiter (lagerstroemia Indica)

Descripción

¡¡SOBRE DE SEMILLAS CON COLORES SURTIDOS!!

Árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica)

Nombre común: árbol de Júpiter, espumilla, crespón, reina de las flores, lila de las indias, estronónica, estromelia, lila del sur.

El árbol de Júpiter tiene hoja caduca y una contextura pequeña pero llamativa por la imponente floración que regala en cada período.
Tiene su origen en el continente asiático, adaptándose tiempo después a zonas con climas mediterráneos que se asemejan a sus espacios nativos.
Por eso, para su desarrollo es recomendable que se sitúe en espacios cálidos o con climas templados que no presenten inviernos helados.
El árbol de júpiter o crespón es una especie de árbol ornamental que pertenece a la familia de las Lythraceae. Tiene un tronco de estructura lisa cuyo color puede variar entre el marrón y el rosado.
La copa es de forma redonda y abarca entre 1 y 2 metros de ancho. Está recubierta de hojas color verde oscuro que nacen con alternancia y son elípticas.
Parte de lo llamativo a nivel ornamental de este árbol se da en las hojas, las cuales tienen el ápice coloreado en ocasiones de amarillo y en otras de púrpura.
Esto anuncia la variación cromática que sufren las hojas al llegar al otoño, por lo que incluso después de la caída de las flores continúa embelleciendo el panorama.
Las flores son de colores variados, pudiendo encontrarse desde blanco hasta lila, pasando por tonalidades rosadas. Aparecen unidas en racimos y cada flor dispone de 6 pétalos que embellecen su estructura.
Pueden aparecer a finales de primavera y mantenerse en el verano. Los frutos son unas cápsulas de color marrón oscuro de pequeño tamaño, máximo 1 centímetro.
El riego será adaptable en la medida en que vaya desarrollándose, siendo indispensable, sobre todo, en los dos primeros años de vida. Después que se vuelve adulto, no es necesario estar tan atentos a este tema aunque sí hay que considerar que la sequía lo puede llevar a defoliarse. Por eso es recomendable regar dos veces por semana en primavera y verano y reducir a un riego quincenal en invierno.
El cultivo del crespón responderá al método de siembra a utilizar. Si se trata de semillas, será necesario avanzar a finales de invierno o principios de primavera. En caso de utilizar la modalidad de esquejes, el procedimiento será mejor ejecutarlo durante el inicio del verano. Esta es la que mejores resultados ofrece.
El suelo escogido debe reunir unas pocas características a saber: que tenga buen drenaje, ligeramente ácidos y con una relativa capacidad para mantener la humedad.
Crece con rapidez, pero eso no implica mayores problemas para el espacio donde se tenga plantado porque sus raíces son poco invasivas.
Esto implica que la siembra haya que efectuarla en espacios donde los vientos no sean fuertes, pues podrían dañar su estructura. Se puede trabajar el abonado antes de proceder a la siembra para mejorar su proceso de crecimiento, pero no trabajar con frecuencia. Esto se debe a que un aporte elevado de nitrógeno contribuirá al crecimiento vegetativo del árbol, más no influirá positivamente en el desarrollo floral. De cualquier manera, el crespón es muy adaptable y se puede tener en jardines, macetas, terrazas e incluso en interiores.
Las podas son claves para fomentar un mejor desempeño floral cada temporada. Por eso se recomienda avanzar en esta tarea a finales de otoño, cuando el ciclo ha culminado.

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