Ensayos de Kant y el ornitorrinco sobre el lenguaje y la cognición, de Eco, Umberto. Registro editorial, Capa Mole

Descripción

En diálogo con el Tratado general de semiótica, esta edición de Kant y el ornitorrinco reúne ensayos escritos por Umberto Eco que tratan temas relacionados con el lenguaje y la cognición.

¿Cómo reconocemos a un gato? ¿Cómo lo diferenciamos de un perro? ¿Por qué no confundimos un elefante con un armadillo o llamamos sombrero a una mujer? Este problema ha obsesionado a pensadores, desde Platón hasta filósofos contemporáneos, y ni siquiera Kant fue capaz de resolverlo satisfactoriamente.

En Kant y el ornitorrinco, Umberto Eco profundiza en estas cuestiones y recorre el campo vago y fascinante de las ciencias cognitivas. Si hay muchas cosas que digo en estas páginas, hay muchas que no digo, simplemente porque no tengo ideas precisas sobre ellas.

Escrito a lo largo de un año, los ensayos de este libro tienen su origen en preocupaciones sistemáticas, que hacen referencia, complementan y dialogan con el Tratado General de Semiótica, el clásico de Eco publicado en 1975. En lugar de un análisis académico, Eco presenta una serie de investigaciones basadas en el sentido común, y sus discusiones teóricas están llenas de historias, utilizando fábulas para hacer que el lector vea los temas con claridad.

Pero, ¿qué pasa con Kant y el ornitorrinco? De Kant —de quien depende el rumbo de las ciencias cognitivas de este siglo, basándose en sus dilemas y axiomas—, Eco deriva los conceptos empíricos que admiten un primer núcleo a partir del cual se organizarán las sucesivas definiciones.

El ornitorrinco, un mamífero que durante más de un siglo no pudo incluirse en ninguna categoría de orden y especie, constituye un ejemplo fundamental de las dificultades de clasificación. Sirve, pues, para poner a prueba el sistema kantiano, o el orden del conocimiento según Kant, y también para imaginar la reacción del filósofo ante este animal que nunca conoció.

En este libro, explico por qué el ornitorrinco no es horrible, sino prodigioso y providencial porque pone a prueba una teoría del conocimiento. Por cierto, debido a su apariencia tan remota en el desarrollo de las especies, sugiero que no está hecho con piezas de otros animales, sino que los otros animales están hechos de sus piezas.

La tarea de un discurso filosófico es revisar el punto de partida de Kant y los nudos problemáticos contra los que luchó, porque su alternancia también puede enseñarnos algo. Sin saberlo, es posible que sigamos siendo hijos de sus errores (así como de sus verdades), y conocer el asunto podría prevenir c.