Guía para impermeabilizar techos con SikaFill Elástico: todo lo que tenés que saber

Si vas a aplicar SikaFill Elástico en el techo de tu casa, no te pierdas esta guía práctica para saber qué herramientas utilizar al momento del trabajo, cómo preparar la superficie, cómo aplicar el producto de manera eficiente y qué consejos de mantenimiento seguir. Impermeabilizar un techo es una de las tareas más cruciales para preservar la integridad de cualquier edificación.

Por lo tanto, un techo bien impermeabilizado no solo protege contra filtraciones de agua, sino que también ayuda a mantener el confort térmico y prolonga la vida útil de la estructura. En este artículo, exploraremos porque SikaFill Elástico puede ser su aliado perfecto en esta misión, ofreciendo una solución efectiva y duradera.

Impermeabilizar un techo con SikaFill Elástico es una solución práctica y estética si querés evitar filtraciones y alargar la vida útil de la losa o la chapa. Esta guía te va a llevar de la mano, paso a paso, desde la preparación hasta el mantenimiento posterior.

Siempre tené presente que conviene leer la ficha técnica del producto antes de empezar y respetar las recomendaciones del fabricante respecto a dilución y tiempos; acá vas a encontrar el orden correcto y los trucos que realmente hacen la diferencia.

Antes de ponerte manos a la obra reuní lo necesario. Procurá tener guantes de nitrilo o látex resistentes, antiparras, mascarilla (preferentemente P2 si vas a lijar o trabajar en espacios cerrados), botas y ropa de trabajo.

Herramientas:

Materiales:

Prepará también lonas para proteger ambientes y contenedores para deshechos. Trabajá siempre con buena ventilación y evitá aplicar con viento fuerte, lluvia o cuando pronostiquen precipitaciones.

Antes de aplicar cualquier producto, haz una inspección detallada del techo. Buscá fisuras, juntas mal selladas, desprendimientos de revoque, clavijas oxidadas o zonas con acumulación de agua.

Localizá las pendientes y las salidas de agua (caños, desagües), porque muchas filtraciones parten de ahí. Marcá las zonas a reparar y planificá la cantidad de producto y el tiempo que vas a necesitar.

Si el techo es grande, es conveniente dividir el trabajo por sectores y respetar la secuencia de aplicación para que cada área cure correctamente.

La adherencia es clave; si la base está sucia o con pintura suelta, el SikaFill no va a fijarse bien. Empezá por retirar polvo, restos de pintura o pinturas descascaradas con un cepillo de alambre o una espátula.

Las manchas de aceite, grasas o moho deben limpiarse con detergente y agua, enjuagando bien y dejando secar. Imperfecciones y grietas mayores conviene rellenarlas con una masilla o sellador compatible; para fisuras finas podés usar una masilla flexible.

En zonas de encuentro (chimeneas, juntas y desagües) prepará el soporte con una apertura limpia y estable para que el producto pueda adherir en todo el perímetro. Si el techo tiene pintura vieja muy adherida y en buen estado, lijala ligeramente para mejorar el anclaje.

Muchos soportes requieren un primer o imprimación para mejorar la adherencia; si la ficha técnica del producto lo indica, aplicá el primer recomendado y dejalo secar según especificaciones.

También es esencial que la superficie esté completamente seca antes de aplicar SikaFill. La humedad atrapada debajo del recubrimiento provoca ampollas y desprendimientos.

Si tu techo recibió lluvias recientes, esperá que seque varios días o usá un deshumidificador/ventilación intensiva en espacios cerrados hasta asegurar que la humedad residual sea mínima.

Antes de aplicar mezclá el SikaFill con un agitador hasta obtener una textura homogénea. Muchos técnicos recomiendan diluir ligeramente la primera mano para que el producto penetre mejor en el poro del hormigón o revoque; seguí lo indicado por la etiqueta, pero si no tenés la ficha a mano, una dilución suave con agua mejora la humectación del soporte.

Aplicá la primera mano con rodillo o brocha en dirección uniforme y cubriendo bien los bordes. En remates y zonas críticas, usá la brocha para asegurar que el producto llegue a todos los rincones.

Dejá secar hasta que la película esté seca al tacto; el tiempo exacto depende del clima, pero no apresures la segunda mano.

Donde hay uniones, juntas de dilatación, encuentros con verticales (paredes, chimeneas) o fisuras, es recomendable colocar una malla de refuerzo o un geotextil embebido en la primera o segunda mano.

Para hacerlo, aplicá una capa intermedia de SikaFill, apoyá la malla y presioná con la brocha para que quede bien impregnada, evitando pliegues.

Dejá que la zona se seque parcialmente y aplicá la siguiente mano para cubrir y sellar la malla. Esto aporta estabilidad frente a movimientos estructurales y reduce la posibilidad de fisuras en el futuro.

SikaFill rinde mejor con 2 o 3 manos bien ejecutadas que con una sola gruesa. Aplicá la segunda mano en dirección cruzada respecto de la primera para lograr una cobertura uniforme y eliminar posibles irregularidades.

Si el fabricante recomienda una tercera mano para el nivel de tránsito o exposición del techo, hacela. Evitá acumulaciones y goteos: mantené el rodillo cargado de producto pero no chorreador. En pendientes, trabajá desde la parte más alta hacia la bajada para controlar los escurrimientos.

Recordá respetar los tiempos de secado entre manos; si aplicás una siguiente mano antes de que la anterior esté lista, podés provocar problemas de curado y adherencia.

Una vez aplicadas las manos necesarias, revisá todo el perímetro, sellando los remates con brocha en caso de cualquier punto descubierto. Protegé desagües y bajantes durante el curado para evitar que el producto los tape; una vez seco, retirás las protecciones y comprobás que el flujo de agua sea correcto.

El curado completo puede tardar varios días según la temperatura y la humedad; evitá el tránsito innecesario sobre el techo durante las primeras 24 a 72 horas y si tenés que transitar, esperá el tiempo mínimo recomendado por el fabricante o usá tablones para distribuir el peso. Evitá lavar con agua a presión durante la primera semana.

Después de la primera temporada de lluvia hacé una revisión visual: buscá charcos que se mantengan, pequeñas fisuras o zonas donde el producto se haya desgastado por roce o exposición.

Un mantenimiento sencillo consiste en aplicar una mano de repaso cada 4 a 6 años dependiendo del estado de la membrana y la agresividad del clima.

Si detectás pequeñas fisuras, limpiá la zona, aplicá sellador y repasá con una mano de SikaFill. En casos de tránsito frecuente, podés incorporar una capa protectora o un acabado transitable específico.

Los errores más frecuentes son aplicar sobre superficies húmedas, no reparar grietas previas, aplicar manos demasiado espesas y trabajar en días ventosos o con lluvia próxima.

Evitá todos estos problemas comprobando la humedad del soporte, reparando antes de aplicar, respetando las diluciones y tiempos entre manos, y chequeando el pronóstico meteorológico antes de empezar. Otra falla común es no reforzar juntas críticas; ante dudas, siempre reforzá con malla.

SikaFill Elástico es una excelente alternativa para impermeabilizar techos de losa, terrazas y cubiertas con expectativa de movimiento térmico. Su clave de éxito está en la preparación: superficie limpia y seca, reparación de fisuras, aplicación ordenada en manos bien ejecutadas y refuerzos en juntas.

Respetá la seguridad personal, usá guantes, protección ocular y buena ventilación. Si es la primera vez que trabajás con este tipo de productos, empezá por una superficie pequeña o probá en un sector antes de encarar todo el techo.

Con paciencia y cumplimiento de los pasos, vas a conseguir una membrana continua, elástica y duradera que dejará el techo listo para muchos años.